Iniciación al mundo de la magia

Una breve iniciación sobre el mundo del ocultismo y la magia es necesario para englobar los conceptos del Tarot. Con esto crearemos una copa para contener la sabiduría de los arcanos. O bien, una guía, una ruta sobre la cual caminaremos para no perdernos.

Mundo material vs mundo espiritual

El mundo material fue creado desde arriba, desde el mundo espiritual, directo de la mente del creador. Y a través de su palabra puso orden en el caos y el mundo comenzó a tomar forma.

Dicen que Dios necesitaba verse y por eso creó el mundo. Así pues, a manera de un sueño, toda la creación es una parte del Santo, Benito sea, que conforma el todo. De igual manera ocurre con nosotros cuando creamos mundos en nuestros sueños, todos sus personajes y componentes forman parte de nuestro yo.

Los seres humanos estamos hechos a imagen y semejanza del creador, así pues tenemos la misma capacidad creadora, no sólo cuando soñamos sino también en lo que llamamos vigilia: lo que se gesta en nuestra mente tiene la capacidad de materializarse en aquello que conocemos como realidad.

Y es entonces que entra en juego la frase: lo que es arriba es abajo, uno de los principios de la magia. Es decir, lo que se concibe en el cielo se materializa en la Tierra, lo que se concibe en nuestra mente se materializa en la realidad.

Es por lo anterior que es de suma importancia encontrar qué es lo que se encuentra en la mente del consultante porque es eso lo que determinará su destino. El mundo posible que nos muestran las cartas suele ser producto de la mente del consultante, es ahí hacia a dónde se dirigirá. Las cartas fungirán como un espejo de la mente del consultante y abrirán una ventana hacia el futuro, hacia alguno de los mundos posibles.

Pero no sólo, las cartas también pueden fungir como un simulador de mundos paralelos: a partir de la imagen mental o visión que el consultante del futuro, podemos explorar variaciones… “¿que pasaría si…?” El meollo de todo el asunto consiste en saber qué elementos de esa visión debemos mover para encontrar la vía hacia el mundo posible que mejor se adapte a lo que el consultante desea.

Los principios de la magia y el hermetismo

Prácticamente todo lo que sabemos sobre magia y ocultismo en nuestros días se lo debemos a Hermes Trismegsto (Hermes, el tres veces grande), una figura egipcia de la antigüedad que escribió una serie de 42 textos que contenían los principios de dichas ciencias.

El origen de la dicha figura se pierde en especulación, se creé que fue el dios egipcio Tot quien escribió estos principios hace miles de años. El nombre Hermes Trismegisto es un sincretismo que unió a Toto con el dios griego, Hermes.

Una especie de resumen de las enseñanzas herméticas se encuentra contenido en el libro conocido como El Kybalión de 1908, escrito por un grupo que se hacía llamar Los Tres iniciados,

En dicho ejemplar contiene los siete principios del hermetismo:

  1. Mentalismo: Todo es mente, es parte de la mente del creador. El universo es mental.
  2. Correspondencia: Como es arriba, es abajo, como es adentro, es afuera. Lo que se refiere a una suerte de espejos en los que el todo y nosotros nos reflejamos.
  3. Vibración: Nada está inmóvil. Todo se mueve. Todo vibra.
  4. Polaridad: Todo tiene dos polos, dos opuestos. La imagen del Ying y el Yang ejemplifica esta situación.
  5. Ritmo: Todo fluye. Todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación.
  6. Causa y efecto: Toda es causa y efecto. Lo que llamamos suerte o azar es el nombre que se le da a este principio cuando no se reconoce.
  7. Género: Todo tiene su principio masculino y femenino.

El nombre de Dios

El nombre en hebreo de Dios, como está escrito en la Biblia, es Jud-Hei-Vav-Hei. Conocido como el Tetragramaton, representa la totalidad de la existencia.

La pronunciación del nombre de cuatro letras de Dios estaba prohibida en la antigüedad. Y con el paso del tiempo… ya nadie sabe cómo decirlo. En un principio se pensaba que era Jehová, pero los estudios más recientes sugieren Yahvé.

El Tetragrammaton (o Yahvé) no es propiamente una palabra sino una designación derivada del verbo ser, cuyo significado es “Lo que fue, lo que es y lo que será”. Presente, pasado y futuro formando un círculo, en donde el futuro y el pasado se tocan en los extremos.

A lo anterior habrá que añadir las palabras que dijo Dios a Moisés cuando éste reveló su nombre: Yo soy quien soy, un enunciado que implica que la esencia del creador está contenida en sí misma y no definida por nada más.

Ya veremos más adelante cómo es que todo lo que se enuncia en este capítulo se relaciona con la lectura de cartas.

El nombre de nombres

El ocultista Paul Foster Case en su libro El nombre de nombres, nos dice que el nombre de nombres se refiere al nombre que haría referencia a Jesús, significado de la conciencia humana transmutada al estado divino donde el Hijo es nuevamente uno con el padre.

Según varios pensadores esotéricos del siglo XVII, el nombre de Jesús, Yeshua debía ser originalmente el Tetragramatón con la inclusión de la letra Shin insertada en el medio.

El Tarot y su relación con la 22 letras hebreas

Eliphás Levi en su libro Dogma y ritual de la Alta Magia relacionó las letras hebras con los arcanos mayores del Tarot, siendo que ambos son 22 en número. Pero el trabajo más completo se atribuye al ocultista suizo Oswald Wirth en su libro El creador de los imaginemos de la Edad Media.

Hay discusiones en torno a si El mago es la letra Alef (1) o si corresponde a El loco. Por su parte Wirth comienza con El mago (Alef) y termina con El mundo (Tav), pero saca a la letra Shin del orden natural y se la asigna a El loco. Es decir, si siguiéramos la secuencia de las letras como es, Shin (22) debería ser El mundo y Tav estaría asociada a El loco.

El orden de Wirth es quizá el más aceptado.

  1. Alef – El mago
  2. Bet – La papisa
  3. Gimel – La emperatriz
  4. Dalet – El Emperador
  5. Hei – El papa
  6. Vav – El enamorado
  7. Tzain – El carro
  8. Jet – La justicia
  9. Teth – El ermitaño
  10. Iod – La rueda
  11. Caf – La fuerza
  12. Lamed – El colgado
  13. Mem – La muerte
  14. Nun – La templanza
  15. Samej – El diablo
  16. Ain – La torre
  17. Pew – La estrella
  18. Tz
  19. Tsadi – La luna
  20. Cof – El sol
  21. Resh – El juicio
  22. Tav – El mundo
  23. Shin – El loco

En la tradición oriental, las letras tiene un poder mágico, son creadoras de la realidad. Según la línea cabalista (La energía de las letras hebreas de Rav Berg), Dios creó el mundo con las letras del alfabeto hebreo. Cada uno de los caracteres tiene una cualidad determinada, y cuando se suman a un carácter, su “poder” aumenta.

Tres letras componen cada uno de los 72 nombres De Dios, mientras que los ángeles tienen cinco letras.